Estamos en crisis. Eso ya nadie lo duda. Hubo tiempos en que
parecía más un tema de posicionamiento político, pero, para bien o para mal,
parece que hoy todo el mundo se ha rendido a la evidencia. Sin embargo,
curiosamente, los negocios del lujo parecen estar teniendo los mejores
resultados en años. El dato está ahí y lo único que se puede discutir es qué se
considera lujo y qué no. Y eso me hace preguntarme: "¿Qué está
pasando?".
Los datos a nivel estatal confirman esa dicotomía, pero a mí
lo que más me afecta y me llama la atención es lo que veo con mis propios ojos.
Y lo que veo me sorprende y me hace confirmar
este dato. En concreto, la calle Gran Vía en Vigo del lado del Corte Inglés
(los de Vigo sabéis a qué me refiero). La acera donde tiene mi madre su negocio
ha estado viendo una sangría de negocios dando el cierre en estos últimos años
bastante preocupante. Durante bastante tiempo en toda la acera sólo quedó ella
y un par de cafeterías. Ahora ya no hay casi ningún local vacío, y todos son de
reciente apertura. Hay un local de bronceado, un local de sonido y efectos
especiales (o algo así; todavía no he llegado a entender qué venden realmente),
locales de ropa de marca, un Jaime Power (el primero de esta nueva ola y el
primero en caer) y, sobre todo, agencias de viaje. Muchas agencias de viaje...
Muchas.
¿Qué pasa con las agencias de viaje? En la calle antes había
dos, y una, la más grande, cerró. Pero últimamente han abierto 5 o 6 (una se
supone que es un 'club de viajes' ¿?). Yo pensaba que en tiempos de crisis en
lo primero que recortaría la gente sería en viajar. O, al menos, en viajes de
agencia; te pillas el coche y el hotel te lo reservas por internet.
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Cuelo aquí esta estampa del pasado, porque tiempos pasados no siempre fueron mejores |
Sin embargo, las agencias de viajes surgen como setas. ¿Qué está
pasando? ¿Qué es lo que no pillo? El caso es que parece que cada vez hay más,
cuando yo creía que el cóctel de mejor acceso a vuelos y hoteles por internet y
la crisis las barrerían del mercado como sucedió con Marsans (aunque ya sabemos
que ahí también hubo una “mano negra” detrás) y tantas otras más pequeñas.
Yo me puedo imaginar que a día de hoy sólo gente muy
pudiente se plantearía viajar a través de una agencia. Pero no puedo dejar de
preguntarme por qué esa gente, por muy pudiente que sea, decide hacerlo ahora más
que nunca. Porque del número creciente de agencias presumo que cada vez están
vendiendo mas.
Y a ese hecho tengo que sumar el que nunca antes había visto
tantos coches de alta gama en Vigo. Por lo menos he visto 4 Ferraris; y eran
diferentes pues uno era amarillo, otro gris y los otros dos rojos y de distinto
modelo. También algún Aston Martin y Maseratti. Y eso es algo que en esta
ciudad hasta ahora no era nada común.
En cualquier caso, yo no entiendo qué es lo que está
pasando; qué es lo que no pillo. Algo no me cuadra y me inquieta. Si, como
parece, se estuviese dando el caso en el que los que están mal están cada vez
peor (algo casi indudable) y los que están bien están cada vez más a todo trapo
(y no consigo encontrar datos que me hagan pensar lo contrario), las tensiones
pueden llegar a alcanzar un punto peligroso. Y no quiero que esa inquietante
situación me pille corriendo como un pollo descabezado y preguntándome:
"¿Qué está pasando?".