viernes, 9 de marzo de 2012

El trabajo de dar trabajo

Tan tristemente cierto y actual todavía...

Mientras las noticias no dejan de informarnos de las disputas y protestas por las reformas laborales, el paro, las formas de solucionarlo, crisis y demás, yo he ido a la Seguridad Social para dar de alta a un trabajador.

No espero que me pongan una medalla o un diploma por dar trabajo, pero por lo menos lo que podía esperar es que me lo pusiesen fácil. Y no ha sido así, por supuesto.

Relatemos la experiencia. Voy a la SS con el contrato de trabajo firmado por el trabajador y el DNI. Por si acaso llevo todos los papeles de la sociedad que encuentro. Por si acaso; ya estoy escarmentado de burocracia. Pero no lo suficientemente escarmentado, como descubrí.

Primer obstáculo: ¿la sociedad está registrada ya en la SS? Pues mire usted, no. Error mío; no se me había pasado por la cabeza que después de haberme registrado en el Registro Mercantil y en Hacienda, también necesitase registrarme en las SS. Quiero decir... en la SS.

Bueno, eso se puede resolver. 'Bien, entonces, querría dar de alta a este trabajador.' 'Es que eso ya no se hace aquí; ahora hay que hacerlo telemáticamente.' 'Bien, pues... (gesto que apunta inconscientemente al ordenador que ilumina las gafas de la funcionaria) para eso tiene que darse de alta en el sistema Red Directo; mi compañera de aquella mesa le puede explicar lo que es, en cuanto acabe con esa persona. ¡Te mando a uno, ¿vale?!’

Bien, el Red Directo es un sistema por el que puedes (y debes) dar de alta a un trabajador por internet. Pero este sistema tiene un problema: que es un infierno. Ya no quiero meterme en casos de empresarios que nunca han tocado un ordenador porque "eso se lo lleva su hijo", pero para darse de alta a este servicio/obligación hay que: darse de alta en el sistema, luego solicitar el Silcom (?) y darse de alta en el mismo, luego llamar al 901502050 (número mágico que por lo visto vale para todo) para pedir el número de autorización, con el que puedo cubrir no sé qué papel que llevo a la SS, después llamar a ese número para hacer algo más que la funcionaria no entendía, y, después de todo eso, enchufar el USB al ordenador para instalar algo que llamando al 901502050 ya me indicarían qué es. Después de todo eso, y de haber solicitado la cuenta de cotización, de haber dado de alta la empresa y a mí como autónomo y de haber hecho un aquelarre en Finisterra con las orejas apuntando a Cuba, después ya podré hacerme a mí mismo el gran favor de dar trabajo a una persona.

Es curioso porque yo sospechaba que con el creciente porcentaje de paro en el país las cosas serían más sencillas. Viendo en TV como parce que para despedir a 5 mil trabajadores todo lo que hay que hacer es decirlo en público o pedírselo al ratoncito Pérez, creía que hacer lo contrario, lo bueno, lo que se supone que todo el mundo desea, debería ser muy sencillo. Ir con el contrato firmado y pagar; ¿por qué es necesario algo más?

Pero claro, tal y como me dijo la funcionaria: "¿Tú qué te creías? ¿Que esto llegar con el contrato y hala, a encher?". Y luego se quejan de reformas laborales... Claro, como los trabajadores no tienen que pasar por este calvario… Lo que yo creo es que reformas han hecho pocas, o demasiadas. Desde el momento en que dar trabajo ES un trabajo, la cosa no está bien.

¿O qué creéis? ¿Que durante esta vestía por el desierto, que aún no ha terminado, no me di cuenta de que era todo más fácil pagando en negro y fuera? Creo que ya sé cual es el primer paso que deben dar para evitar el trabajo “sumergido”...

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