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¿Y si ella tiene más sed que tú...? |
Odio la solidaridad de interés. Ese aprovechamiento sinvergüenza
que hacen algunas empresas, mal aconsejadas por su departamento de marketing,
de la solidaridad buscando sin rubor el aumento de las ventas. Son esas
campañas en plan "XX donará 5 céntimos a Unicef por cada producto vendido
en estas fiestas"; o "un euro del precio de este loquesea se
destinará a crear un campo de negritos en el África tropical".
Yo cada vez que veo una de estas campañas lo primero que
pienso es: "ya sé qué marca no voy a comprar". ¿Acaso soy el único
que se da cuenta que lo que ofrecen es siempre algo mísero? Tú te gastas 2
euros en un producto, de lo que ellos sacarán por lo menos un euro de
beneficio, y ellos donan 5 céntimos. ¡Venga hombre! Si realmente te preocupasen
los negritos darías más; o lo donarías sin más, sin hacer publicidad de ello.
Creo que todos sabemos que es muy típico el timo de la
estampita similar a éste, con lo de los productos ecológicos, responsables,
supersónicos o como le quieran llamar; el hecho de que la producción sea “ecológica”
supone un gasto de por ejemplo 1 euro más por kilo, pero se aprovecha la
circunstancia y la buena conciencia de la gente subiéndole 2 o 3 euros. Pero al
menos en ese caso está justificado: si tú estás dispuesto a pagar más por un
producto presuntamente más sano o cataplásmico, sólo es cuestión de inteligencia
que cobren más por él. Pero hacerlo jugando con la solidaridad de la gente, ya
me parece más “behind de musgo”.
Todos sabemos que lo que donan es de poca vergüenza, sin
embargo si estas campañas siguen existiendo es porque les salen bien; y eso
quiere decir que la gente cae en esa trampa. ¡Pero cómo somos! A veces dudo de
que nos quede alguna esperanza...
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